La estrategia del caracol

La Cámara de Comercio, Industria y Navegación se fundó en 1886 en "la Ciudad de Vigo, y en una de las casas propiedad del Excmo. Sr. D. Manuel Bárcena y Franco, nuestro muy digno Presidente, cuyo local ofreció desinteresada y galantemente a la Cámara".

Así lo narra este párrafo del acta de sesiones celebrada en ese año y que todavía se conserva, a pesar de que a punto estuvo de quemarse en un incendio casi un siglo después. La Cámara, que el 2 de diciembre de 2003 se trasladó a la calle República Argentina, peregrinó por una decena de locales a lo largo de su historia. Algunos fueron provisionales y de alquiler, sobre todo en los primeros tiempos.

De la calle del Príncipe pasó a la calle del Ramal (hoy Colón) en 1887 para volver a Príncipe poco tiempo después. A principios de siglo, Vigo tenía una población mercantil de 15.000 habitantes (la Cámara cobraba unas tasas de entre 1 y 10 pesetas).

En aquel entonces el puerto ya era el primero de Galicia en movimiento de buques (1.658) con 47.040 tripulantes, 24.317 pasajeros y 78.266 toneladas de mercancía. Aún así, el trayecto entre la ciudad y la capital se dilataba 29 largas horas.La casa de uno de los secretarios, Elado de Lema Martín, sirvió también de sede para la institución, que después estaría 26 años en los locales Círculo Mercantil.

El 23 de julio de 1920, el presidente da cuenta al pleno los arrendadores pretendían elevar el alquiler a 200 pesetas mensuales, algo que de ningún modo podría permitirse la corporación. Por eso se opta por aceptar el ofrecimiento de la Federación Gremial de Patronos que dispone de un local (ahora sede de la Biblioteca Central) en la calle Joaquín Yañez, eso sí, con un “moderado alquiler”. Después de la Guerra Civil vuelven los traslados, esta vez al número 22 de Velázquez Moreno, donde había estado el Consulado Americano y la sede de Correos y Telégrafos y donde hoy se levanta el Centro Social Caixanova. Ese fue el lugar en el que la institución permaneció más tiempo.

El 5 de febrero de 1983 se produciría un incendio que casi se lleva por delante valiosos documentos de los fondos bibliográficos, lo que dio pie a que comenzase a fraguar un nuevo cambio. Ese cambio llevó a las Galerías Durán hasta llegar a las nuevas instalaciones, que están concebidas para que, por lo menos, la Cámara permanezca un largo periodo de tiempo.